El término depresión hace referencia a un afecto de tristeza profunda que mortifica al individuo. Es necesario distinguirla de los estados normales de tristeza, como un duelo, una separación, etc., todas son pérdidas que sacuden la vida, pero que pueden ser superadas en mayor o menor medida con el paso del tiempo. Sin embargo, hablamos de depresión cuando esa tristeza adquiere un carácter persistente con un fuerte sentimiento de culpabilidad.
En el cuadro de la depresión encontramos, pérdida de vitalidad, apatía, estancamiento, dificultad para mantener sus relaciones afectivas y sociales, un fuerte sentimiento de injusticia…, sin que muchas veces pueda dar cuenta de cómo se ha originado y el por qué de esa tristeza.
Desde el psicoanálisis, en la clínica se intenta buscar a través de los dichos del analizante las causas inconscientes de esa pérdida de ilusión generalizada, permitiéndole encontrar una fórmula propia para poder engancharse a la vida de una forma menos atormentada.
La depresión se ha transformado en el momento actual en un término de uso corriente y se puede hablar de un fenómeno epidémico y globalizado, el psicoanálisis da una respuesta que no va por la vía farmacológica, aunque sea en ocasiones necesaria.

